Las negociaciones de Glasgow se están desarrollando en un contexto de alerta científica. El último gran informe del IPCC —el grupo de científicos que radiografía el calentamiento bajo el paraguas de la ONU— advertía de que los fenómenos climáticos extremos son cada vez más intensos y frecuentes. Pero recordaba que el calentamiento todavía se puede contener. Para ese informe del IPCC se elaboró un atlas con las consecuencias del calentamiento en diferentes escenarios de emisiones. Es decir, un mapa de los “futuros mundos posibles”, como explica José Manuel Gutiérrez, director del Instituto de Física de Cantabria y coordinador de ese proyecto en el que participan el CSIC y la empresa tecnológica Predictia.