Los árboles proporcionan madera, pero, además, muchas de sus hojas, frutos y savia son comestibles y/o se emplean en medicina o en la industria. Son los fijadores naturales de la tierra, oxigenan el aire y retiran CO2 de la atmósfera de manera continua y natural, son albergue de miles de otras especies, conformando ellos mismos pequeños ecosistemas y contienen y filtran el agua.