La etiqueta está basada en la metodología de Huella Ambiental de Producto, aprobada por la Comisión Europea, y ha seguido un «riguroso» proceso de validación, según ha señalado este martes en un comunicado.

«Enviroscore» permite a las empresas medir y comunicar el impacto ambiental de sus productos de una forma «sencilla» y facilita a los consumidores la elección de productos más sostenibles.