Hace años se pensaba que unas diminutas vesículas expulsadas por las células no tenían ninguna función. Nada más lejos de la realidad, recientes investigaciones apuntan a que podrían servir para codificar información genética usadas por las células para comunicarse en la distancia. Un equipo científico ha conseguido descifrar esta "clave wifi" de comunicación celular que permitiría adelantos en distintos ámbitos, como la regulación del colesterol o la detección temprana del cáncer y la metástasis.