Ganan medallas y copas en torneos y campeonatos, pero la verdadera lucha de estas deportistas de Burkina Faso es vencer cada día a los múltiples obstáculos y barreras. Combaten y compiten en la cancha de baloncesto o de balonmano, en el terreno de fútbol o en el tatami, pero sobre todo pelean contra un entorno reticente al deporte femenino: prejuicios sociales, falta de inversión pública en las infraestructuras, casi ninguna perspectiva profesional en el sector, nula visibilidad en los medios… Ser mujer y deportista en Burkina es ya, en sí, una gran victoria.