Una nueva y revolucionaria línea de investigación y desarrollo avanza hacia el uso de dispositivos de tamaño nanométrico para estudiar y modular la parte mecánica de las células. Los primeros de estos dispositivos nanométricos en ser diseñados impiden la división de las células mediante procesos mecánicos, y también pueden emplearse como medicamentos «mecánicos» para alterar o incluso destruir las células, lo que abre la puerta a tratamientos terapéuticos nuevos.