Es una evidencia que no se puede obviar por más tiempo: el plástico, ese gran invento que ha mejorado la calidad de vida desde su invención hace 150 años, se ha convertido en una amenaza que pone en jaque la sostenibilidad del planeta. Su omnipresencia ha obligado al ser humano a reflexionar sobre la producción y el consumo responsable de los recursos. Un camino en el que la educación medioambiental de la ciudadanía desempeña un papel crucial.