La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) contempla tres niveles de amenaza entre los seres vivos. En primer lugar, el nivel de bajo riesgo —con dos categorías: “preocupación menor” y “casi amenazada”—; el segundo nivel incluye especies amenazadas —en tres categorías: “vulnerable”, “en peligro” y “en peligro crítico”; y el tercero incluye las especies extintas. Además, cuenta con un nivel específico para aquellas especies para las que no hay datos suficientes para catalogarlas en otros grupos —categoría de datos insuficientes—.
De las siete especies de tortugas que existen en el mundo, todas salvo una se encuentran amenazadas, en mayor o menor nivel; la única que no aparece, ocupa la categoría de datos insuficientes.
Según datos obtenidos en las zonas de cría, durante las tres últimas generaciones, la reducción de la población de hembras reproductoras se estima en un 80 %, lo que resulta desastroso para la especie, y probablemente suponga un camino hacia la extinción.