El pasado 7 de junio se aprobó el proyecto de ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, que ahora tendrán que desarrollar las comunidades autónomas para su aplicación. España se une así a Francia e Italia, que ya contaban con sus propias leyes.

Esta ley refleja la preocupación que existe por el uso que la agricultura y la ganadería hacen de los recursos naturales y el impacto que tienen sobre el cambio climático.