El sector de la moda sigue teniendo pendiente el reto de la circularidad, según el informe Circular Fashion Index (CFX) de Kearney.

La industria de la moda es el segundo mayor contaminador comercial del mundo después del sector de la energía. Dado que la circularidad es crucial para reducir el impacto medioambiental de la moda, la industria necesita educar e incentivar a los consumidores para que compren menos ropa en primer lugar y la conserven durante más tiempo.