Hasta el momento, la temperatura global media ha aumentado alrededor de 1°C, que es una fracción de lo que podríamos enfrentar si las emisiones continúan aumentando sin control. Por lo que la proporción de muertes relacionadas con el calor continuará creciendo si no tomamos medidas urgentes el cambio climático o no nos adaptamos adecuadamente.
Los escenarios de altas emisiones, en los que no existen estrategias de mitigación, predicen un aumento promedio de la temperatura de la superficie de entre 2,6℃ y 4,8℃ para fines de este siglo. Estudios previos indican un aumento neto en el exceso de mortalidad de entre un 3 % y un 12,7 % relacionado con la temperatura en escenarios de altas emisiones. Pero ningún estudio había evaluado hasta ahora si este impacto ya se ha producido en las últimas décadas y en qué medida.