De este modo, fija una serie de objetivos como el apoyo a la protección de al menos un 30% de las zonas marinas y terrestres europeas de aquí a 2030 y al 10% de protección de estas zonas, incluyendo sumideros naturales de carbono como bosques primarios o antiguos. También incluye la petición de que estos objetivos se incluyan en la legislación y que la designación de las áreas se haga con arreglo a criterios científicos y necesidades de diversidad biológica.
El Pleno del Parlamento Europeo ha aprobado, por 515 votos a favor, 90 en contra y 86 abstenciones, un informe en el que pide la elaboración de una nueva Ley europea de Biodiversidad, "similar a la Ley del Clima, con objetivos vinculantes, para 2030 y 2050".