En abril pasado se cumplieron 11 años de la explosión de la plataforma petrolífera ‘Deepwater Horizon’ en el Golfo de México. La rotura del pozo Macondo, perforado a 1.500 metros de profundidad, origen del incendio, causó la muerte de 11 trabajadores de la multinacional propietaria British Petroleum. Dejó un derrame de 4,9 millones de barriles de crudo, unos 795 millones de litros, que tardó en contenerse 87 días e inició una catástrofe ambiental que persiste.
Se trató de una fuga en una plataforma petrolera de la estatal Pemex. Demandó horas y varios equipos controlar la situación e incluso no se sabe si cesó completamente. No se registraron muertes humanas, sin embargo, el daño ambiental aún es incalculable.