Científicos dicen que algunos de estos eventos extremos tienen un vínculo comprobado con el cambio climático y existe una creciente preocupación de que sean cada vez más difíciles de predecir.
Decir que una tormenta azotó la ciudad china de Zhengzhou el 19 de julio es quedarse corto. En el transcurso de un solo día cayeron 624 mm de lluvia, el equivalente a casi un año entero, provocando la evacuación de 200.000 personas y 33 muertes.
Los registros meteorológicos se salen de control a medida que los incendios forestales, los domos de calor y las inundaciones repentinas causan estragos en todo el mundo.