La situación inédita y compleja provocada por la pandemia ha exigido grandes dosis de resiliencia y adaptación a la industria química, que ha mostrado una vez más por qué está definida como sector esencial. Una vez se supere la emergencia sanitaria seguirá siendo clave para la recuperación económica a través de proyectos industriales vinculados a la sostenibilidad.
Los tres principales campos de innovación de esta década giran en torno a la transición energética, la economía circular y la digitalización. Son ámbitos en los que la química apunta soluciones disruptivas