La economía que articula nuestras sociedades se construye a través de diversos ciclos: un objeto se produce, se consume y, finalmente, se desecha. La vida del producto, por tanto, encuentra un final abrupto, al igual que si se cayera por el repentino borde de un acantilado. No obstante, este modelo tiene ya fecha de caducidad. Al fin y al cabo, uno de los aspectos esenciales para acabar con el cambio climático es lograr el final de este sistema y sustituirlo por lo que conocemos como «economía circular»: un modelo en el que los ciclos, en lugar de proseguir hasta el final de forma lineal, se cierran, aprovechando cada aspecto del producto en cuestión.
https://www.revistacircle.com/2021/12/16/castilla-la-mancha-una-region-circular/