La agencia sanitaria de la ONU destaca en su análisis que la acumulación de estos residuos supone una enorme presión a los sistemas de gestión de desechos sanitarios alrededor de todo el mundo. Añade que esta situación supone una amenaza para la salud de las personas y del medio amiente y que pone de manifiesto la necesidad urgente de mejorar las prácticas de gestión de desechos.
Las cifras de basura sanitaria generadas durante la pandemia son desorbitantes. Por ejemplo, se estima que la mayor parte de las 87.000 toneladas de equipos enviados por la ONU para proteger al personal médico se han convertido en desechos.