Teletrabajo, transporte público más barato, límites de velocidad más estrictos, domingos sin tráfico rodado en las ciudades, desplazamientos en vehículos compartidos y reducción drástica de los desplazamientos aéreos por trabajo. En plena pugna global por desengancharse del petróleo ruso, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha publicado este viernes una batería de medidas que reducirían el consumo de crudo en 2,7 millones de barriles diarios, cerca del 3% de la demanda mundial y el equivalente a lo que gastan todos los coches matriculados en China. Esa cifra se circunscribe únicamente a los países ricos y podría lograrse, según el organismo dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en un muy corto plazo: solo cuatro meses. Y serviría para compensar casi íntegramente la reducción de oferta rusa tras las primeras medidas de boicot internacional.