Un nuevo estudio liderado por el Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona ha revelado que la degradación del plástico por efecto de la luz solar contribuye a la acidificación del agua de mar. Esto se debe a la liberación de compuestos de carbono orgánico disuelto provenientes tanto del propio plástico como de sus aditivos, y a la producción de CO2.
“Gracias a este estudio hemos podido comprobar que en zonas de la superficie del océano muy contaminadas por plástico, la degradación de este dará lugar a una bajada de hasta 0,5 unidades del pH, lo que es comparable a la bajada de pH estimada en los peores escenarios de emisiones antropogénicas para finales del siglo XXI”, apunta Cristina Romera-Castillo, investigadora del ICM-CSIC y primera autora del estudio, que se ha publicado esta semana en la revista Science of the Total Environment.