En Sajá-Yakutia, asentada casi por completo sobre permagel, los efectos del calentamiento global cambian radicalmente el paisaje y la vida cotidiana. La degradación de la capa helada provoca la inestabilidad del terreno y libera más gases de efecto invernadero, lo que acelera el cambio climático. En esta remota región rusa arranca esta serie de reportajes semanales sobre la huella del calor en el mundo.
El calentamiento global tiene consecuencias devastadoras en todo el planeta. Y el llamativo boquete, cuyo suelo de permafrost abarca hasta 650.000 años —el más antiguo de Eurasia, según los estudios—, es un indicador de lo que sucede en todo el mundo. Y representa la especial vulnerabilidad del Ártico, un territorio donde las temperaturas se han disparado hasta dos y tres veces más rápido que el promedio mundial durante los últimos 30 años, señala Anna Kurbatova, profesora de Ecología de la Universidad RUDN.