Concretamente, una bolsa de algodón orgánico es 20.000 veces más contaminante que una bolsa de plástico. Es decir, que resulta mucho más eficaz reutilizar las bolsas antes que pasarnos a otros materiales (que además pueden ser más peligrosos a nivel sanitario).

En otras palabras: resultaría infinitamente más eficaz hacer pedagogía (y quizá bolsas de plástico un poco más resistentes) para fomentar la reutilización, pero sin demonizar ningún material, particularmente el plástico. El impacto de un material no se explica por sí solo. Usar una bolsa de tela; pues, podría ser lo mejor, pero también lo peor. Todo depende del uso. 

Leer más...