Una posible ley de la Comisión Europea (CE) para clasificar el litio como una toxina reproductiva de Categoría 1A en el cuarto trimestre de este año podría socavar el intento de la Unión Europea (UE) de crear y apoyar una cadena de suministro de materiales para baterías domésticas.
Actualmente, la UE depende en gran medida de las importaciones de litio para abastecer su incipiente sector de producción de vehículos eléctricos (EV) y la clasificación puede aumentar su dependencia de otras regiones, en un momento en que la unión se centra en la seguridad energética y la reducción de emisiones.