A raíz del auge que las energías renovables han experimentado, las islas Canarias han asistido a una devaluación de su tradicional red eléctrica, cuyo transporte se encuentra débilmente mallado y está organizada de forma aislada en seis sistemas eléctricos, uno por isla, a excepción de Fuerteventura y Lanzarote que comparten conexión. Su reducida capacidad de almacenaje y la dificultad para aplicar un tendido eléctrico submarino que permita interconectar todas las centrales, por no mencionar la total dependencia de combustibles fósiles, han propiciado un cambio de paradigma por parte de las autoridades locales hacia la eficiencia energética.

El proyecto Salto de Chira - Soria sentará un precedente al lograr la independencia energética de la isla y garantizar la producción y almacenamiento de energía renovable.

Las peculiaridades geográficas y climáticas de las islas hacen de éstas el lugar idóneo para la ubicación de instalaciones generadoras de energía limpia, más eficiente y con un mayor nivel de estabilidad. Con el objetivo de garantizar el suministro energético, la seguridad del sistema y la integración de energías renovables no gestionables, Red Eléctrica Española y UNELCO firmaron en 2011 un acuerdo para la implantación de una central hidroeléctrica de almacenamiento por bombeo en Gran Canaria que atendiera a los parámetros de sostenibilidad, y diez años más tarde, el pasado 15 de diciembre de 2021, el proyecto fue autorizado por la Dirección General de Energía de la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias.

El proyecto Salto de Chira - Soria sentará un precedente al lograr la independencia de energía fósil exterior y garantizar la producción y almacenamiento de energía renovable a través de una obra de impacto ambiental ínfimo, pues la mayor parte de las infraestructuras ya están construidas. De esta manera se posiciona como el mayor proyecto de transición energética existente en Gran Canaria y el conjunto del archipiélago, además de uno de los más relevantes a nivel europeo.

Salto de Chira se define como una central hidroeléctrica reversible o de bombeo, cuya finalidad es aprovechar el desnivel existente entre el embalse superior de Chira y el inferior de Soria, con una potencia generadora de 200 MW. Esta cifra equivale a un 36% del pico de demanda energética de Gran Canaria, o lo que es lo mismo, 20 millones de lámparas LED. El ahorro en emisiones de CO2 se sitúa en torno al 20%, a lo que se suma un ahorro económico en sobrecostes de generación estimado en 122 millones de euros.

Salto de Chira se define como una central hidroeléctrica reversible o de bombeo, cuya finalidad es aprovechar el desnivel existente entre el embalse superior de Chira y el inferior de Soria, con una potencia generadora de 200 MW de energía eléctrica.


Se estima que las obras tengan una duración de setenta meses y generen, tanto en su ejecución como una vez concluidas, alrededor de 4.300 empleos, 3.500 de ellos en la isla de Gran Canaria. Esto propiciará que la recuperación económica tras la crisis sanitaria, tal como expone el Pacto para la Reactivación Social y Económica de Canarias, sea de carácter diverso, equitativo y sostenible. 

Yonay Concepción Guodemar, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria y director técnico de Salto de Chira, explica que para poder adaptarse a la variabilidad de las energías renovables, la obra incorpora un diseño pionero a nivel mundial cuya patente está siendo tramitada. La peculiaridad de este sistema reside en su funcionamiento por cortocircuito hidráulico, es decir, que mientras tres de las seis turbinas que equipan la central están consumiendo energía (modo bomba) y subiendo agua hacia el depósito superior, las otras tres generan electricidad (modo turbinación).